Drago ha firmado un acuerdo con la hotelera Sonder para operar un edificio en Miami con 27 apartamentos, ubicado en 250 de Collins Avenue, en el barrio turístico de South of Fifth (Sofi) a pocos metros de la conocida playa de South Beach.
La compañía compró este activo en 2017 con un consorcio de inversores irlandés. Con este producto que se adapta a la normativa local y que limita la explotación de alojamientos sin licencia, la compañía pretende dar respuesta a la creciente demanda de alojamiento turístico en Miami.
Los cambios introducidos en la normativa por la regulación local determinan que solo los pisos con licencia y número de registro pueden operar en zonas residenciales. Esto ha reducido la oferta de Airbnb y otras plataformas de alquiler turístico, y ha endurecido las medidas en otras áreas.
El contrato de diez años firmado con el grupo Sonder permitirá a Drago rentabilizar este inmueble. Este activo es una de las pocas propiedades de la zona que cuenta con licencias para alquiler vacacional.
El edificio cuenta con 2.161 metros cuadrados y alberga 27 apartamentos con unos 65 metros cuadrados de media, de los cuales 16 son de un dormitorio, 8 de dos y 3 de tres. El inmueble también dispone de una terraza, cubierta con piscina y solárium. En su reforma, Drago ha mantenido su base y estructura original en las dos primeras plantas, ya que el activo está protegido, y ha añadido una tercera de estilo contemporáneo.
Sonder fue fundada en 2012 en San Francisco y opera en 30 ciudades con más de 2.000 apartamentos.
Oportunidad
Para Mayte Medina, la consejera delegada de Drago, esta operación marca un «hito importante» para la firma. «Miami no es una ciudad típica estadounidense, su cultura, mercado y clima crean retos especiales, y Drago ha podido exportar su estrategia europea de inversión y creación de valor y aplicarlo al mercado de Estados Unidos obteniendo resultados óptimos para nuestros inversores y socios», añade Medina.
Drago opera en España y Portugal desde 2001 y ha cerrado operaciones por importe de más de 3.700 millones de euros. En 2017 aterrizó en el mercado norteamericano con la compra de su primer inmueble en Miami en Park Avenue, al que le siguió el de Collins Avenue.
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